Había olvidado
que tenía un seminario de Ventas.
El
conferencista tenía 63 años.
Últimamente no
me gusto en las fotografías.
Hay algo en mi
que me distancia de mi misma,
Que no me
reconoce.
Podría decir
que es cierto sobrepeso, mi pelo sin peinar,
La piel o las
ojeras.
Pero no es nada
de eso, hoy, no sé,
Algo que no
conozco me espanta.
Me he sentado a
escuchar la conferencia “Talento y Ventas”
Y me he quedado
mirando los ojos de un hombre que aparecía
en la pantalla
con una frase de Ventas.
Sus ojos
iluminados, profundos,
estaban
mirándome, lo juro.
Me miraba por
dentro.
Me he sentido
vulnerable, rebasada.
Se me han
mojado los ojos.
Todos a mi
alrededor parecen ejecutivos,
cajeros de
sucursal de banco,
vendedores de enciclopedia,
testigos de
Jehová,
un equipo del
área de Telemarketing.
Desagradables y
feos,
Como mi
aburrimiento.
Me he quedado
mirando un cubo de cristal en un muro,
con dos mujeres
adentro.
Una tenía una
diadema de audífonos,
la otra era una
gorda de trenzas.
La primera
hablaba y manoteaba,
meneaba las
manos, exageraba,
a voz alta,
como "la secretaria", era la traductora de idiomas.
No pude
evitarme la risa, se parecía a mi anticristo.
Últimamente
tengo ganas de dormir abrazada a un hombre.
Comer helado,
dormir más horas.
Cuando me
encuentro con el señor viejito del puesto de las flores, pienso en su soledad,
como será su vida.
¿El dormirá con
alguien abrazado?
Quiero ir al
mar, dormir la siesta.
Encontrarme en
unos ojos, como esos profundos de la pantalla,
brillantes,
enormes circunferencias de luz de los ojos,
De mis ojos, de
mi misma.
De Steve Jobs.
No sé, yo no me
culparía.
Yo creo que ha
sido el porro.
Caperucita Loba, Visiones alrededor del Fuego.
Steve Jobs. |
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