Viniste, mujer serpiente, a mi encuentro,
Para
darme la vuelta en el vientre de la tierra
que
me envuelve
para
ser expulsado del capullo
y
ayudarme a salir.
El
tambor en mi centro latía,
Me
hacías el llamado a existir.
Madre,
Abuela, Gran Espíritu,
Para vivir, me enseñaste,
que
nada tiene valor sin la muerte.
Me
llevaste a la lucha de los mundos
Y
descendí contigo a mis tinieblas,
Entregué
la ilusión y la espera.
Fuiste
como una noche entre dos días,
La
más oscura y la más hermosa,
Eres la llama encendida
Que
iluminó para siempre mi vida.
Mujer
poderosa
Dominadora
Inmensa
y Numinosa
La
domadora del ego
La
Soga
La
temible serpiente
La
Maestra,
En
tu astucia te vales de la muerte
para ser la
fiel aliada de la Vida.
Seductora,
Quien
se entregue a ti,
No
debe temer la ferocidad de tu naturaleza.
Devora
mi orgullo, destruye mi arrogancia,
Mujer
Serpiente,
Transfórmame.
Transmuta
con tu belleza salvaje mis temores de niño,
Madúrame,
Llévame
por tus caminos desconocidos,
Enséñame.
Y
una vez que tomes mi corazón,
Cobíjame,
Sostenme,
Como
la madre que abraza y contiene
a un
alma que ha vuelto a nacer.
Caperucita Loba, Bitácoras de Vuelo.
![]() |
Imagen: "The Dreaming Tree", Christian Schloe. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario