EN TRÁNSITO

Gracias

por la luz que se cuela en mi ventana

por la sensación maravillosa de tener un cuerpo

por la primera sonrisa que se me escapa al despertar.

Gracias por el agua tibia que me resbala

por mi olfato que disfruta igual del olor a hierba

que cuando huele peligro u oportunidad.

Por las montañas que se levantan ante mis ojos

por las calles que esperan mis pasos

por las gentes que no conozco y he de toparme.

Gracias por el expediente de memorias al que acudo siempre

donde guardo la última caricia pero también la primera

donde guardo los más amados amigos que esperan mi regreso

las miradas de mis hijos, mis grandes maestros

y la incondicionalidad del amor.

Gracias siempre

por la esperanza que me abraza

de que todo está bien

de que siempre viene lo esperado

lo deseado, lo amado.

Que a la vuelta de la esquina me espera una vida, un amor,

otra sonrisa, una lección y un regalo de Dios que me ha apartado.

Porque vivo siempre con el amor a cuatro costados

porque he vuelto la poesía mi amuleto y mi alquimia

con la que puedo convertir en tesoro cada cosa que encuentro.

Porque aún permito entrar a mi vida a algunos cuantos

porque el miedo no ha vencido mi confianza

y creo en la mano que me brindan

como en la promesa que me otorgan.

Gracias

porque he aprendido a vivir con menos pero a vivir mejor

porque el ser madre me ha vuelto madre de todos los niños

y cuando pienso en la vida

lo hago en la mía tanto como en la tuya.

Gracias por la sal de mi mesa, por la copa

y por la espuma que flota en mi café

que me recuerda que cuando el deseo muere, mueres tú mismo

porque el deseo nos sostiene y nos procura.

Que lo amado siempre se aprecia mejor en la distancia

que la vida es la escuela donde primero viene el examen y luego la lección.

Que las lecciones son individuales

y sólo podremos encontrarnos si nos suscribimos al aprendizaje de la conciencia.

Que el mejor poema es el de aquí y el de ahora

el que te encuentra donde menos te lo esperas

que debemos cargar papel y pluma

corazón dispuesto y un par de buenos recuerdos

para transitar por la vida.

Caperucita Loba, Bitácoras de Vuelo.

Imagen de Autor Desconocido