Hoy sé,
Que nadie puede salvar a nadie
Pero si puede ayudarlo a descubrir el camino.
Que los cambios siempre son buenos
Que no debemos temerles como si fuesen
dragones de fuego
Pues las mejores flores se cortan después de
la tormenta.
Que el único miedo que hay que tener es el de
vivir sin Dios
Sin conocerlo
Sin reconocerlo en el otro.
Que el mejor estado
es aquel en donde yo sé
que nadie puede cuidar de mí mejor que yo misma.
que nadie puede cuidar de mí mejor que yo misma.
Que no debemos cuidar a nadie
salvo a los niños,
Porque entonces el camino se vuelve pesado y
cansa.
Que la alegría está en el vuelo compartido
Cada quien con sus alas, cada quien a su ritmo.
Que los trenes no tienen que detenerse en
todas las estaciones
y que hay que saber distinguir
una estación de tránsito de una estación destino.
una estación de tránsito de una estación destino.
Que la magia ocurre cuando creemos que no
pasa nada
Y en verdad está pasando todo
Por que la magia es silenciosa
No está hecha para los sedientos de
intensidad y de ruido.
Que la magia es el premio del paciente y del
atento
Y del hombre de fe,
Que no hay nada mas lindo que una mirada en
complicidad
Y el abrazo de un amigo cuando me dice:
Todo va a estar bien.
Todo va a estar bien.
Caperucita Loba, Bitácoras de Vuelo.
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